Será un día especial.
Será fresco y claro,
como tu presencia
en mi pensamiento.
Tu nombre vibra alegre en mis labios
cuán carcajada
cuando te menciono.
La mañana empieza a cubrirse
de sol y azul,
de verde y tiempo.
En momentos más,
deberé partir a lo cotidiano,
andando caminos,
enfrentando gente, y fantasmas,
propios, y extraños.
Mas, con tu imagen como estandarte,
no temo, ni sufro cansancio.
Hoy, ya no estás.
He tenido que cortar
el vínculo que nos unía,
por tu bién,
o talvéz por el mío.
Pero siempre habrá primaveras
con tocados multicolores,
con aromas de lapachos florecidos, y romero.
Y estárás eternamente allí,
en septiembre.
Fresca y amada,
dulce y deseada.
Un lucero aún brilla
en el cielo que clarea.
Y debo partir a iniciar mi día.
Y lo haré como ayer,
como antes,
como siempre:
con tu recuerdo a mi lado
como compañía!
jueves, 16 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario