domingo, 30 de enero de 2011

Mi lucha.

Te preguntas por que no he luchado por tí.
Y no te has dado cuenta de que cada día
hay una batalla cruel contra de tus recuerdos
que me asaltan a cuerpo pleno,
y dejan sin defensa alguna
el largo campo de mis ansias por tí.
Y el recuerdo de tu voz
hiere mi alma,
y el aroma tuyo
invade las escuálidas trincheras
en las que me refugio, y me acorrala.
Entonces, solo quiero rendirme a tí.
No puedo luchar en contra de un enemigo tan poderoso.
Y levanto entonces mis banderas blancas, capitulando,
para que veas que me he vuelto prisionero,
y no soy un gladiador.
Y ríes!
Tu risa...
Ah! Tu risa burlona abre un tajo en mi pecho,
y resuena como cruel latigazo en mi mente.
Y me torturas trayéndome tu boca
húmeda, roja, palpitante.
Haces que tenga sed de ella,
y me la niegas, maliciosa.
No.No tengo las fuerzas para la batalla.
Tu estandarte ondea, victorioso, en el campo.
Solo soy estratega de mis versos,
que vagan solitarios
en la búsqueda de tus recuerdos,
mi fuerza, y a la vez, mi debilidad!
Y cada día es una nueva batalla la que vuelvo a empezar
para no recordar aquellos labios calientes,
o aquella mirada que me traspasa de lado a lado,
cuán saeta, cuán puñal de doble filo.
Tu recuerdo me ataca de día, y también por las noches.
Tengo los flancos descubiertos, y te paseas sobre mí,
riéndote de mi nula defensa, y mi pobre estrategia.

Te preguntas porqué no he luchado...
Y no te has dado cuenta de que cada día,
es mi lucha en contra del más feroz de mis enemigos...
Tus recuerdos!
Y hoy, de nuevo, me he entregado derrotado, ante ellos!

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