viernes, 23 de abril de 2010

Una tarde de abril.

Luego de un tiempo,
no sé por que, hoy te sentí más cerca
que otras veces.
Estabas linda!
Me gustó observarte hacendosa, ocupada.
Me gustó observar tus cabellos enmarañandose
a tu paso.
Me gustó mirarte de espaldas,
y ver la firmeza de tus caderas,
y el vaivén andulante de ellas,
atrayendo miradas,
atragantando suspiros.
Te sentí tan cerca, tan bella,
tan mía!
Y al tenerte a mi alcance,
todo mi ser se torno tembloroso
de ansias nuevas, de sangre joven.
Has tenido ansias de besar a quien amas, y no pudiste hacerlo?
Es sensación hermosa,
pero terrible.
Has querido estar mirando a los ojos de tu enamorado,
y no te queda tiempo?
Es sentimiento sin igual,
pero triste.
Y así y todo,
no quise que terminara mi tiempo junto a tí.
Y en silencioso grito,
pedía a tus labios que me besaran,
y suplicaba para que no me dejaras ir.
Me pasaría toda la tarde contigo,
solo para mirarte,
solo para admirarte,
solo para amarte en silencio.
La tarde transcurría, tranquila.
Estabas linda.
Y no sé por que,
Hoy te sentí más cerca.

No hay comentarios: