viernes, 4 de septiembre de 2009

Cuando sales a la calle.

Cuando sales, por las mañanas , a la calle,
Todo, todo cambia.
La brisa fresca y el sol luchan
por ser primeros en llegar
a tus mojados cabellos.
Las horas se vuelven lentas
por tenerte mas tiempo
allí donde estés;
las aves vuelan en círculos de amor,
y se posan en ramas
de arboles cercanos a tu paso, vibrando ellos también
con tu cercanía.
Como todas las cosas que te rodean
en tu andar suave, sin tiempo,
el espíritu mío también se transforma
y se vuelve mariposa.
Así estará mas cerca aun de ti.
El día has cambiado.
El aire es mas fresco,
y se siente perfume a hierbas,
mujer y tierra mojada.
Y también la noche ha dejado recuerdos
para no alejarse de ti, y suspira
un billón de estrellas...

Todo. Todo cambia a tu paso.
La primavera apura y desea estar aquí;
los lapachos lloran lágrimas rosas, blancas y amarillas,
solo porque te emocionas al verlos florecidos.

Las nubes han vuelto gris al día,
celosas del sol.
Sí. El día ha cambiado.
y las nubes envían su pensamiento
mojando tu piel con tenue llovizna.
Y mi alma de mariposa
ha quedado atrás, deseándote.
El tiempo todo cambia a tu paso.
Las horas cambian.
Hasta los fantasmas de la tierra húmeda y fértil
asoman por verte pasar.
Eres bella, mujer.
Y haces hermosa la vida,
y las cosas sencillas.

Y has hecho que todos te amen.
Y te aman el tiempo,
el día y la noche.
Así también te aman las horas,
la lluvia y también el viento.
Y te ama la tierra, y un billón de estrellas.
Y te ama aquella mariposa
que te espera en una flor
a la vera del camino.

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