Se que siempre dirás
Que como persona,
Por cosas que tenemos los humanos, o que no tenemos,
Que yo no te convenía.
Pero me recordarás.
Cuando andes el camino de regreso a casa, sobre la tierra,
Roja tierra,
Y encuentres a ese viejo árbol
A mitad del camino, y en medio de él,
Esperando tu llegada, o cuando despiertes en las mañanas
Y quieras alguien que te susurre al oído
Todo cuanto te ama,
Me recordarás.
Cuando sientas el aroma a tierra mojada,
Y el estallido de los lapachos amarillos,
Y cuando alguien que no sea yo
Te acerque flores sin motivo alguno, me recordarás.
Y lo harás necesario, pues todos necesitamos
De ese cielo tan azul en las mañanas,
Y de aquel paisaje junto al lago,
O de un beso robado en tu lugar de trabajo.
Y querrás llorar cuando recuerdes
Que siempre quise abrazarte, o que una cosa tan simple
Como el tomarte de las manos me ponía tan contento,
O cuando recuerdes aquellos chistes tan tontos,
De los que solo yo reía,
O cuando decía que no eran hijos de tu marido, sino míos,
Los hijos que tienes a tu lado.
Y me recordarás cuando,
camino a donde vayas,
Esperes aquel mensaje que siempre, siempre,
Te enviaba.
Y más. Recordaras que fuiste todo, todo,
Para mí. Y eras mi sol, y mi luna, y mis estrellas.
Y mis atardeceres frescos, y mis amaneceres de luceros solitarios,
Y eras la vida, y el perdón, y la oración de las mañanitas frías,
Y mi pan con manteca, y el café con leche, y mi dulce en los desayunos.
Si. Me vas a recordar.
En cada cosa que hagas, me vas a recordar.
Aunque tengas quien te ame como yo.
Aunque tengas quien te sienta como yo.
Aunque pienses que yo no valía la pena,
Por mi carácter o inseguridad,
por ser un chiquillo, aunque haya pasado medio siglo,
o por cosas que tenemos los humanos,
Sé que me vas a recordar.
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