martes, 15 de septiembre de 2009

De que me sirve...

Hoy, como ayer,
me es imposible cerrar los ojos y dormir
sin antes pensar en ti, nena.
Pero,
de que me sirve recordarte,
y tener éstas ansias locas
de querer abrazar tu cuerpo desnudo,
y besarlo sin tiempo, sin luces claras, hasta quedar desfallecido...
De que me sirve ahora observar
aquellas cosas que juntos amamos
con las manos entrelazadas,
como los lapachos amarillos,
que de nuevo hoy, están floreciendo.
De que me sirve el recuerdo de un desayuno,
y la alegría de verte poniéndote ropas,
y echándote pintura a los labios,
y hasta la manera de verte al espejo...
De que me sirve ahora andar caminos mil veces recorridos,
pero hoy vacíos de ti.
De nada me sirve ahora el sonido apagado
de la lluvia sobre la tierra reseca.
De nada me sirve lo poco que tengo de riquezas,
y de nada me sirve lo mucho que tengo en recuerdos.
De nada.
De nada me sirven todos los tesoros que no lo son, en tu ausencia.
Lo que tenía, lo perdí.
Y lo que hoy poseo de nada sirve
si no estás aquí.

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